Antes de recomendarte fervientemente que te instales en tu cocina una de las mejores placas de inducción que haya en el mercado, te daré dos detalles que es posible te soprendan a estas alturas de la película:
Parece que la inducción es algo con lo que ahora partimos el bacalao y presumimos de modernidad, pero la historia de esta tecnología empezó a fraguarse, nada más y nada menos, en 1978 en Montañana (Zaragoza). Allí está la fábrica de Balay, marca que a la postre se convertiría en pionera lanzando la primera placa de inducción del mercado. En 1979 comenzó a investigar acerca del uso de la inducción electromagnética en la cocina. No había muchos precedentes, tan solo los vientos de cola de algunos trabajos en EEUU y Japón, que no dieron grandes resultados.
Gracias a su colaboración con la Universidad de Zaragoza, Balay gestionó los primeros prototipos de placas de inducción en 1982, tres años más tarde tenía en sus manos la primera patente y en 1990 lanzó la primera placa, que supone (al menos de momento) el mayor avance tecnológico en electrodomésticos para la cocina.
¿Qué tamaño de placa de inducción puedes necesitar?
Antes de nada, ¿por qué una placa de inducción?:
- Porque ahorras dinero. Son muy rápidas cocinando porque, según datos de Balay, usan el 75% de su energía en producir calor que se traslada directamente a la base del recipiente. El tiempo de precalentamiento se reduce a la mitad.
- Al no alcanzar temperaturas muy elevadas en su superficie, también son más seguras. Son más seguras porque eso reduce el riesgo de quemaduras superficiales y más limpias porque la suciedad no se queda pegada en la superficie (no se quema lo que se derrama).
Elegir modelo de placa de inducción depende de las necesidades que tengas como consumidor. Y del espacio del que dispongas en la cocina. Las mejores placas de inducción siempre serán las que respondan a lo que necesites. Me explico: existen modelos de placa de 90 cm que seguro será perfectos para hogares en los que vivan mucha gente. Pero, si vives solo/a, ¿no es posible que te convenga más una placa de 60 cm de ancho? Si cocinas mucho incluso te puedes plantear una de 80 cm de ancho que te dan más superficie sin necesidad de aumentar el hueco destinado a la placa en la encimera.
La placa de inducción moderna: para todos los días
La gracia de la inducción siempre ha sido en cierta manera eliminar las barreras a la hora de cocinar con este electrodoméstico. Y acortar lo tiempos, claro. De las placas de inducción ‘primarias’ se pasó a la inducción flexible, que terminó de abrir el camino a las placas de inducción total.
En el terreno de la inducción total (que también podemos conocer como flexinducción total) hay un referente algo complicado de superar, aunque tiene enemigos poderosos que le pisan los talones. NEFF tiene dentro de su catálogo una placa de inducción total que, en lenguaje coloquial, se ha pasado la inducción para alcanzar otro nivel.
Su placa de inducción total pone en tus manos 3.000 cm2 de superficie, sinónimo de libertad total. Ya no solo puedes colocar el recipiente donde quieras, sino que puedes utilizar tamaños que con otro tipo de placas tenías restringidos. Evidentemente, la manera de interactuar con estas placas también ha cambiado y lo ponen todo mucho más fácil. En el caso de la placa NEFF tiene un panel de TFT que, imitando pantallas de alta resolución, informa de todos los paramétros que afectan a cada recipiente.
¿Y su rival más directo? Pues todo depende de los gustos del consumidor. Una de las últimas marcas en apostar a caballo ganador ha sido Balay, que con los cambios de 2018 presentó una placa de FlexInducción total que basa su potencial es los inductores de apoyo que tiene en la parte central de la placa para ofrecer mayor comodidad al cocinero. No solo cocinas más rápido, también puedes gestionar el menú de una sola vez porque tienes espacio para los recipientes que necesites.